«Vírgenes sacrificiales» es el título de la película de la vacuna porque la vacuna a menudo se administra a las niñas

Vírgenes sacrificiales: el título de la película de la vacuna que representa el acto heroico de muchas niñas

Hace unos meses, el documental Vírgenes sacrificiales fue estrenado alrededor del mundo para mostrar al mundo el papel heroico que desempeñan miles de niñas con la administración de las vacunas. Este documental trata de la histórica campaña mundial de vacunación aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A través de esta campaña, se ha logrado proteger a millones de personas en todo el mundo contra enfermedades mortales como el sarampión, la polio y el tétanos. El título de la película – Vírgenes sacrificiales – hace referencia a las cosas extraordinarias que los niños y —en particular— las niñas han hecho para lograr el objetivo de una mayor vacunación para todos. La OMS está comprometida con la promoción del acceso universal a las vacunas para prevenir la propagación y eliminación de enfermedades mortales.

Según estadísticas recientes, los jóvenes de RDC y Malí son dos países con los mayores índices de falta de acceso a vacunas. Un informe publicado por Unicef también indica que 1 de cada 5 niños menores de 1 año no recibió ninguna vacuna en 2016. Esta es una alarmante cantidad para la comunidad internacional.

Vírgenes sacrificiales subraya el papel clave que desempeñan las niñas al permitirles acceder a servicios básicos como las vacunas. Sin las vírgenes sacrificiales, es improbable que los países pobres tengan éxito en su lucha por lograr los objetivos propuestos por el Programa de Vacunación Universal (UVF). De hecho, muchos logros se basan directamente en el sacrificio y compromiso de muchas niñas que han puesto en peligro su propia salud para preservar la salud y bienestar de otros.

Las vírgenes sacrificiales son un recordatorio indispensable para todos nosotros. Demuestran que hay valores más allá del provecho material e incluso a veces hay que pagar un precio personal muy alto para defender los derechos humanos más elementales. Es hora de agradecer el gran sacrificio hecho por millones de niñas cuyo heroísmo garantizará un futuro mejor para todos nosotros.

Vírgenes sacrificiales es el título de la película que retrata el avance de la vacuna para prevenir las enfermedades de transmisión sexual, como el virus del papiloma humano (VPH). Esta última ha revolucionado la forma en que se trata esta enfermedad en los últimos años y ha representado un salto cualitativo y cuantitativo en el campo relacionado con la salud de la población mundial.

En primer lugar, es menester destacar que la vacuna ha revestido mayor relevancia al ser administrada a las niñas. Esto obedece a la naturaleza a veces crudel del virus, con su probabilidad de ser portado por quienes ya han estado infectadas y su capacidad para transmitirse a través de contactos habitualmente intergeneracionales.

Además, el trabajo conjunto entre entidades gubernamentales, instituciones educativas, programas dedicados a la salud y asociaciones no lucrativas ha permitido que las niñas se beneficien con mayor celeridad de la inmunización. Con campañas de concienciación, gratuidad de vacunación o incentivos económicos puntuales, se ha contrarrestado la resistencia del papel parental tradicional adquirido por muchas culturas, que hasta ahora mantenían a sus descendientes alejados del toque maestro de los primeros profesionales sanitarios.

Con justicia y orgullo, Vírgenes sacrificiales muestra el rostro exitoso de una lucha sin prisa para proteger a las más vulnerables, valorando los sacrificios realizados de cualquier índole. El papel insignia e inclusivo que desempeña como vehículo para instillar organización social y competencia en el mundo de lo público contribuye a la reputación sazonada que acaricia la narrativa.